Vehículos informales
para la recuperación
 

La subida del precio del metal, unida a la crisis económica, ha aumentado notablemente
el número de personas que recuperan materiales de los contenedores de basura.

Para acumular y desplazar su botín diario se valen de transportes adaptados:
vehículos de dos o cuatro ruedas, de empuje o tracción,
que en una vida anterior tenían funciones diferentes:
carros de supermercado, cochechitos de niño, carritos de la compra,
maletas... Algunos llevan mochila: aspiran a poco.

Estos transportes pocas veces se utilizan en su naturaleza inicial:
lo más frecuente es adaptarlos a su nueva misión.
Reducidos a un armazón con ruedas,
cajas de cartón o cajones de fruta proporcionan el continente,
mientras que las piezas más voluminosas sobresalen o cuelgan de los laterales.

Los conducen sobre todo extranjeros: africanos o rumanos,
aunque no faltan tampoco naturales del país.

A pesar de su función ecológica y socialmente necesaria
(pues libra de la mendicidad o el crimen a personas que no tienen otros recursos),
estas personas están hostigadas por el Ayuntamiento, que prohibe
"Escoger y seleccionar los residuos depositados en la vía pública,
incluidos los que se encuentran dentro de los contenedores"
(Ordenanza sobre el uso de las vías y los espacios públicos de Barcelona,
Artículo 21. Prohibiciones específicas, 8).

Su ingenio y su perseverancia, la utilidad de su tarea
merecen el respeto de todos.

Las fotografías se han realizado en Barcelona, entre los años 2006 y 2011,
pero la mayoría provienen de los dos útimos años.

Se ha procurado que no aparezcan los rostros de las personas entregadas a estas tareas.
Cuando eso no ha sido posible, las caras se han ocultado digitalmente.
Sólo faltaría que su aparición en esta web les causara problemas...

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