Ventanas


Ventano en un cercado cerca del Camí de ses Closes

Capítulo aparte merecen las ventanas que se abren en las cabañas y (curiosamente) en algunos cercados. Minúsculas aberturas, por lo general, sin más lujo que la losa del dintel. Auténticas troneras en forma de embudo, como habilitadas para disparar, huecos irregulares en edificaciones más irregulares aún… Pero no siempre.



Ventana a poniente. Barraca d’en Badosa

Ninguna tan preciosa e historiada como esta de la barraca d’en Badosa, cerca del viejo camino de Cadaqués a Port de la Selva. Tiene un tejadillo minúsculo (o vierteaguas) y alféizar saledizo, lo cual es todo un lujo. Pero además la abertura está partida en dos por un alaroz al ras. Esto hace que la abertura pueda ser mayor que la de sus congéneres, sin riesgo de entrada de alimañas.

A propósito (o no): el Diccionario académico da como etimología de alaroz: "Del ár. al-‘arus, el novio o recién casado".


Visión frontal del anterior

 

Pero lo más normal son los huecos pequeños, que apenas dan luz al interior, suficientes para airear y echar una ocasional ojeada afuera.

 



Pequeña ventana en una barraca cerca de la carretera de Cadaqués a Rosas

 

En ocasiones son buenas aberturas, que incluso se pueden complementar con marco y una hoja de madera, pero por lo general demuestran su vocación de simple hueco.

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Ventana en una barraca cerca de la Carretera de las Aguas

 

A veces estas aberturas pueden ser triangulares, y es fácil de explicar: es una forma segura y resistente que se puede aplicar cuando no hay que conseguir un hueco muy grande.



Ventana cegada en el Mas d'en Baltre

 

      

 

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