Las lluvias, repentinas y torrenciales,o bien pausadas y también torrenciales, provocan una conmoción sobre estas tierras escarpadas y sin vegetación. Las aguas se agrupan, siguiendo la gravedad, en las vaguadas o cualquier desnivel del terreno, siguen los barrancos y se reúnen en las rieras, bajando con violencia. Ahora, en zonas urbanizadas las encauzan con muros de hormigón y tablones encastrados (aunque he visto cómo la furia de las aguas los saltaba).

En los puntos más abruptos del panorama, no es raro ver cómo una acequia sigue un recorrido empinado, salvando desniveles de decenas de metros, recogiendo las aguas de las terrazas  y conduciéndolas hacia el valle .

Un incendio ha puesto al descubierto esta canalización
en las estribaciones de la Montaña Negra

Detalle del tramo final