TABACO

 

 

Recíbeme en bata Isidorita
(no esperaba yo verme en tal percance)
propóneme jugar de taba un lance,
todo por coba darme la maldita.

De allí a poco me ofrece una copita
para a baco brindar en ese trance
y porque su bata para mi avance
cota no sea, se la quita.

Suelto un taco cuando me toca
un coco tan espeluznante
con la baba colgando de la boca.

"Ta, ta", le digo, "algo importante
he olvidado, y su falta me sofoca:
voy a por tabaco y vuelvo en un instante".

 

 

Sí, sí, ya sé que lo que sería bueno es que el soneto mantuviera perfectamente la métrica al sustituir las claves por sus contenidos... Otro día.

 

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