Vocabulario de ordenadores e Internet

José Antonio Millán
Plug-in

Hace poco, en la sección Navegantes de este suplemento, un lector recordaba el engorro que supone tener que "bajar" de la red nuevos programas para acceder a ciertas páginas, y acababa preguntándose cómo decir plug-in en castellano.

Originalmente, la expresión inglesa se refiere a la conexión física entre un equipo y la corriente, o entre dos piezas de equipo, porque plug es "enchufe" o "clavija". En informática se amplió el sentido metafóricamente para referirse a aquellos programas que se podían "enchufar" directamente a otros, es decir, que podían funcionar conjuntamente con ellos.

En español, más que decir "enchufable" (aunque lo he leído alguna vez), "enchufante", o algo por el estilo, se han propuesto "extensión", "complemento" o "accesorio". La primera tiene otro uso en informática: la "extensión de un archivo" es el grupo de tres letras separado del nombre por un punto que suele indicar con qué programa se usa: "la extensión .doc corresponde a documentos de Word". Las tres son buenas, aunque en exceso amplias.

El uso de palabras específicas para sentidos especializados es una tendencia natural y ventajosa de la lengua, que ahorra ambigüedades. (Un ejemplo entre miles: usamos "escalar" para "trepar" para indicar que se hace por deporte y con ayuda de medios técnicos). Sí oímos "me ha funcionado mal el plug-in" recibimos más información que en "me ha funcionado mal el complemento", porque plug-in es específicamente un programa que actúa junto a otro, y "complemento" puede ser muchas cosas… Otra cuestión es que sea una palabra inglesa, pero se podría españolizar como pluguín, y así incrementaría la lista de los varios cientos de palabras que en español acaban en ín. A propósito, alguna de ellas (como esplín, "melancolía") viene directamente del inglés: spleen.

© José Antonio Millán, 1998
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