Recíber

En el origen fue un timonel, como el de las naves en que viajó Ulises (en griego kybernetes). Luego Norbert Wiener, en 1948, utilizó esa palabra para dar nombre a una nueva ciencia de control de los mecanismos: la cibernética. Por último William Gibson en 1984 crea el término cyberspace, en su famosa novela Neuromante. Un compuesto primitivo habla del híbrido de un ser cibernético y un organismo: el ciborg. Parecía que se había abierto la veda para formar palabras encabezadas por ciber-

¡Nunca se hubiera hecho! Vean el despliegue (todos los términos son reales, y recogidos de libros y publicaciones de los últimos tres años):

Ciberataque, cibercrimen, cibercultura, ciberdelia (formado a imitación de psicodelia), ciberdelincuencia, ciberdildónica (un dildo es, en inglés, el artefacto conocido como "consolador"), ciberefectivo (cybercash), ciberescéptico, ciberfanatico, ciberfilosofía, ciberfobia, ciberfuturo, ciberhippie, ciberidiotez, ciberización, cibermágico, cibernauta, ciberokupas, ciberorgasmo, ciberpensador, ciberpolicía (lo que no he localizado aún han sido cibercárceles, quizás porque los cibercrímenes se purgan IRW, "en el mundo real"), ciberporno, ciberpunk, ciberrealidad, ciberreglas, ciberretórica, cibersexo, ciberspanglish, ciberterrorismo...

El hablante de español es muy libre de forjar cualquier palabra que quiera precedida por ciber-. Me extraña que no haya aún generadores de cibercompuestos en la red. Pero podemos hacer uno casero: utilice el CD-ROM del diccionario de la Real Academia y pulse el botón que presenta la imagen de un dado: "entrada al azar". Lo hago y me sale (lo prometo) macanudo: en América "Bueno, magnífico, extraordinario, excelente, en sentido material y moral.". Pues ya está: cibermacanudo. A propósito: el sentido más frecuente de ciber- ya es: "que tiene, o puede tener, algo que ver con Internet".