La imagen es bien elocuente: un pequeño altar
budista, situado en Barcelona, se completa no sólo con las previsibles bujías falsas,
sino además con unos bastoncillos de incienso eléctricos (¡!) .
Para la mayoría de los budistas, hay seis
mandamientos diarios que cumplir con respecto al butsudan o altar de Buda. El primero es
llevarle diariamente una taza de agua fresca.
El segundo es encender una vela e incienso cada
mañana. Dice una página budista:
Ofrecer incienso significa ofrecer la fragancia del
incienso a los Budas, y también limpiarnos con su fragancia. Se ha dicho que el incienso
ofrecido simboliza la compasión de Buda. Su fragancia se esparce por doquier, no importa
el tipo de barrera que haya. Además, tanto la luz de la vela como el aroma del incienso
se esparcen al igual que se esparcen las enseñanzas de Buda.
¿Qué aroma, aparte del de plástico quemado o cable
tostado, esparcirán estos remedos de bastoncillo de incienso? ¿Qué fragancia se
esparcirá por la estancia?