Chapapote
Historia de la palabra

Luis Íñigo-Madrigal

 

Imagen superior: detalle de un dibujo para la campaña contra el derrame del petrolero Erika, en  http://www.les-verts.org/erika/

Sobre el derrame del Prestige, un excelente artículo hecho por un profesional de la mar (que debe ocultar su nombre).

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El escandaloso accidente del petrolero Prestige y la marea negra por él causada han hecho habitual en los medios de comunicación españoles un vocablo, ‘chapapote’, cuyas peregrinas variantes (‘chachapote’, ‘chapatote’) delatan su exotismo y novedad para los oídos peninsulares.

La primera definición que de ‘chapapote’ se hace en un texto español es la que trae fray Bernardino de Sahagún (1500-1590) en su Historia general de las cosas de Nueva España:

El chapopotli es un betún que sale de la mar, y es como pez de Castilla, que fácilmente se deshace y el mar lo echa de sí, con las ondas, y esto ciertos y señalados días, conforme al creciente de la luna; viene ancha y gorda a manera de manta, y ándanla a coger a la orilla los que moran junto al mar. Este chapopotli es oloroso y preciado entre las mujeres, y cuando se echa en el fuego su olor se derrama lejos.

Dice más Fray Bernardino, dice:

Hay dos maneras de este betún; el uno es el conque se mezcla la masa o la resina olorosa, que se mete en los cañutos conque dan buen y trascendente olor. El otro es de la pez que mascan las mujeres, llamada txictli, y para que la puedan mascar, mézclanla con el axin, con el cual se ablanda, de otra manera no lo mascan, antes se deshace: la mayor parte de las que lo mascan son las muchachas y mozas que ya son adultas y mujeres; pero no lo mascan todas en público, sino las solteras y doncellas, porque las casadas y viudas, dado caso que lo masquen, no lo hacen en público sino en sus casas; y las que son públicas mujeres, sin vergüenza alguna, lo andan mascando en todas partes: en las calles, en el tianguis, sonando las dentelladas como castañetas; las otras mujeres que no son públicas, si lo mismo hacen, no dejan de ser notadas de malas y ruines por aquello. La causa porque las mujeres mascan el txictli es para echar la reuma, y también porque no les hieda la boca o porque el mal hedor que ya tienen no se sienta, y por aquello sean deshechadas. Los hombres también mascan el txictli para echar la reuma, y para limpiar los dientes; empero hácenlo en secreto. Los que son notados de vicio nefando, sin vergüenza lo mascan, y tiénenlo por costumbre andarlo mascando en público; los demás hombres, si lo mismo hacen, nótanlos de sométicos.

Entre el ‘chapopotli’ de que habla Sahagún y el ‘chapapote’ que en estos días emporca las costas de Galicia (por más que ambos salgan de la mar) hay, no sólo casi cinco siglos de distancia, sino otras diferencias. Aquél, el de los indios de la Nueva España, estaba mucho más cerca del actual ‘chicle’ (vocablo que proviene, precisamente, de ese txictli mencionado en el texto) que del petróleo poco refinado y maloliente de que tanto se habla en estos días. Éste no lo mastica ya nadie, ni las públicas mujeres ni los sométicos, por más que las dentelladas que produce sigan sonando como castañetas.

Sahagún escribe ‘chapopotli’, intentando reproducir la fonética nahua, y esa forma, en nuestra lengua, hubiera dado ‘chapopote’. Francisco J. Santamaría, en su Diccionario general de Americanismos (1942), s.v. ‘chapapote’, escribe:

(del azt[eca]. chapapotli; de tzauctli, pegamento, y popochili, perfume) m. En Méjico, especie de asfalto; betún de Judea, abundante en diversas partes del territorio. Llámase también chapopote, como en las Antillas, más cerca de su etimología. Los indios le usaban antiguamente como masticatorio. Sirve como combustible y, disuelto en aguarrás, para preparar una pintura propia para hierro. Se produce en diversas partes de América. –2. Genéricamente, a veces, cualquier clase de alquitrán. –(La forma propia del aztequismo es chapopote.)

pero, en el mismo lugar, s.v. ‘chapopote’, dice:

m. Variante vulgar de chapapote, generalmente usada hasta en el sur y sureste de Estados Unidos; etimológicamente propia como aztequismo, pero menos usual que chapapote.

Santamaría parece haberse convencido a sí mismo, pues en su Diccionario de Mejicanismos (1959), la entrada principal corresponde a ‘chapopote’, en tanto ‘chapapote’ es allí una «Variante común de chapopote… forma usual… aun cuando no sea la más correcta».

 

 

Por su parte, la Real Academia incluye ‘chapapote’ por primera vez en su Diccionario de 1884, definiéndola como «Brea natural que se encuentra más ó menos líquida en las isla de Cuba y Santo Domingo y en otros puntos del globo. Frecuentemente se la ve sobrenadar en las aguas del Atlántico intertropical»; conviene retener la segunda parte de esa definición, sobre la que luego volveremos. Antes que en el de la Academia, ‘chapapote’ había sido incluido en los diccionarios de Domínguez (1853: «Mar. Especie de betún que tiene el mismo uso que el alquitrán») y de Gaspar y Roig (1853: «Perú: asfalto»). En 1889 la Academia cambia su definición; ‘chapapote’ es ahora una «Voz caribe» que nombra un «Asfalto más ó menos espeso que se halla en las Antillas». Un nuevo cambio sobreviene en 1992, ‘chapapote’ es «De or[igen]. nahua o caribe» y se encuentra «en México y las Antillas»; hay, también en 1992, una segunda acepción académica: «Cantabria y Gal[icia]. Alquitrán». Más precisiones trae, aún, la edición del 2001: «Chapapote. (De or. nahua o caribe) m. Asfalto más o menos espeso que se halla en México, las Antillas y Venezuela. || 2. Cant. y Gal. alquitrán. || 3. coloq. Ven[ezuela]. Sustancia viscosa de cualquier tipo extendida por el suelo».

En cuanto a la forma ‘chapopote’, el primer cuerpo léxico español que la recoge es el de Alemany y Bolufer, en 1917, «En Méjico, chapapote», dice. Ese decir, repetido por la Academia en la edición de su Diccionario Manual de 1927: «Méj[ico]. Chapapote», es mantenido hasta la del usual de 1992, donde se lee: «chapopote. (Del nahua chapopotli) m. Méj. Chapapote, asfalto». Como se observará, ‘chapopote’ está signado como de origen azteca, en tanto ‘chapapote’, curiosamente, era para la Docta Corporación, primero de origen caribe, y luego de origen nahua o caribe. Contra ese parecer ya había reaccionado don Fernando Ortiz, el ilustre humanista cubano, en su Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar (1940), cuando indicaba que, en su patria, se decía chapapote, «con esa misma voz mexicana y no caribe, como erróneamente dice el Diccionario de la Academia».

Para introducir cierto orden en este aparente galimatías conviene establecer un resumen de lo dicho. ‘Chapapote’ (o ‘chapopote’) designaba en el México prehispánico dos cosas diversas, aunque de un mismo origen: un betún que se quemaba y una materia que se mascaba. Actualmente designa sólo al alquitrán o asfalto (aunque tiene, también, algunas significaciones metafóricas). ‘Chapopote’ es la forma utilizada singularmente en México (también en la costa atlántica de Colombia: Costeñol versus español, José Elías Cury Lambraño, http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-c/cost/dedi.htm); en otros lugares (Cuba, Venezuela, ahora España) se utiliza ‘chapapote’.

Múltiples ejemplos literarios, toponímicos y folklóricos corroboran esta última división diatópica; el corrector ortográfico de Word 97 (en su variante de español tradicional) propone, sin embargo, corregir ‘chapapote’, e incluso ‘chapopotli’, cambiándolo por ‘chapopote’.

En España ‘chapapote’, con el significado de petróleo crudo, asfalto o alquitrán, parece haberse empleado al menos desde el siglo pasado. Benito Pérez Galdós en Trafalgar, publicada en 1873, habla de un «barril de chapapote» y repite la palabra en Fortunata y Jacinta (1885-1887), para nombrar el betún que cubre la cara de un niño disfrazado de negro. Desde 1927 (y hasta 1989), sin embargo, el Diccionario de la Academia incluía, bajo la voz ‘chapote’, la siguiente definición: «Especie de cera negra que mascan los americanos para limpiar los dientes», que parecía hacer mención de uno de los significados primitivos de ‘chapopote‘ (o ‘chapapote’); pero probablemente se trata de una confusión. ‘Chapote’ es una variante de ‘zapote’, palabra de origen nahua, que da nombre a una familia de plantas, las zapotáceas, de una de cuyas especies, el chiczapotl, chicozapote o zapotillo (Manilkara zapota, o Achras zapota), se obtiene una especie de látex que es la materia prima del txictli o chicle.

Con todo, ‘chapapote’ (o ‘chapopote’) tiene hoy, en el ámbito hispánico, otras significaciones que las de alquitrán: en la jerga de los drogadictos norteamericanos de lengua española significa ‘heroína’; en la República Dominicana designa al ‘arroz demasiado cocido’; etc. etc.

¿Cómo llegó la variante ‘chapapote’, con el significado de ‘alquitrán’, hasta Galicia,? Pueden proponerse dos hipótesis, que no se excluyen: a través de la gentes del mar (pescadores, marineros), o a través de los emigrantes gallegos a América. En favor de la primera está el que la palabra es usada bien como equivalente de la brea que servía para calafatear las embarcaciones, bien al «betún que sale de la mar», según la expresión de Sahagún. En favor de la segunda, que la variante utilizada ‘chapapote’ (y no ‘chapopote’) es la usual en países que han recibido una gran migración gallega (Cuba, Venezuela). Poco importa cual es la verdadera (y puede que las dos lo sean): ‘chapapote’ llegó a Galicia y, a través de ella, a nuestra lengua, en labios del pueblo.

De los mismos que hoy recogen con medios precarios y apretando los dientes la materia viscosa y pestilente en que se ha convertido el ‘chapapote’. Estas líneas, que pueden parecer una frivolidad, intentan ser un homenaje a ellos.

 

P.S. Con la llegada de la marea negra a las costas de Asturias, una nuevo vocablo se utiliza en los medios de comunicación para referirse al chapapote: ‘galipote’. Pese a la semejanza fonética (quizá no casual), ‘galipote’, del que la Academia dice, desde 1936 hasta hoy, con mínimas variantes: «Galipote (del fr. galipot). m. Mar[ina]. Especie de brea o alquitrán para calafatear», proviene, efectivamente del poco usual francés ‘galipot’, que es definido en Le Dictionnaire de l'Agronome, 1764, como «Espece d'encens blanc. C'est une gomme résineuse qu'on tire du pin par des incisions». ‘Galipot’ es incorporado al Dictionnaire de L'Académie française, en su quinta edición, de 1798, como «subs. m. Résine liquide qu'on tire du pin par incision», definición que la Academia Francesa cambia en su octava edición del Diccionario (1932-1935) por la de «Résine solide qu'on tire du pin par incision. Il désigne aussi une sorte de mastic fait de résine et de matières grasses». El galipote original es semejante a lo que, en español se llama ‘pez’, ‘resina, substancia de color pardo amarillento’, pero su evolución y significado (como el de ‘chapapote’) ha cambiado a lo largo de los siglos. ‘Galipote’, con el significado de ‘brea’ se utiliza en diversos lugares de España, por ejemplo en Alicante.

Artículo inédito, especial para esta web

Página creada el 13 de diciembre del 2002

Adiciones 10 de febrero del 2004

 

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