Piedra viva

A pesar de la apariencia sólidamente mineral de las estructuras pétreas, pueden albergar muchas vidas. No hablo sólo de las plantas y hierbas que crecen entre sus resquicios (y que acabarán por minar su resistencia). Tampoco de los animales, insectos o reptiles, o arácnidos que cobijan sus grietas, aunque las hay.

Me refiero sobre todo a los organismos que crecen en las rocas, que viven encima de ellas: los musgos o líquenes, o cualquier otra cosa (porque no soy botánico).





Reunión de líquenes camino de Cala Nans

Los líquenes crecen en placas blancuzcas o de un amarillo fuerte o verdes o marrones. Añaden su textura reseca y escamosa a la superficie de las rocas. Deben estar ahí desde hace mucho, porque –es curioso— he encontrado mariposas que imitan en los dibujos de las alas las manchas irregulares y con bordes marcados de estas semiplantas.



Líquen en Es Volcà

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