Para salvar la última bajada de las
terrazas que descienden desde la carretera de Cadaqués a Rosas a la Riera de Sant Vicens
los anónimos constructores (que habían resuelto la ladera en una quincena de planos
adaptados a la orografía) sólo pudieron clavar cinco sólidos escalones en la pared.
Están debajo del todo, en el centro de la imagen.
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